LA REVOLUCIÓN RUSA
Antecedentes económicos:
La agricultura, a
lo largo del siglo XIX el campo ruso va a vivir prácticamente al margen de las
transformaciones agrícolas que se van a producir en otros Estados europeos. La
aristocracia concentraba en sus manos la mayor parte de la tierra y los
campesinos van a vivir hasta bien entrado el siglo en régimen de servidumbre
feudal.
La industria. El
capitalismo se introdujo en Rusia de manera un tanto forzada, impulsado por las
inversiones extranjeras y la acción del Estado. La industrialización se realizó
de forma compulsiva, dando por resultado una concentración, tanto de capitales
como de masa obrera, en unas cuantas ciudades del inmenso territorio.
El sector financiero.
La Banca privada surgió también a finales del siglo XIX apoyada por capital
extranjero (sobre el 40% de participación del capital de los grandes bancos).
Ya a principios del siglo XX, además de las inversiones francesas, comenzaron a
acudir capitales ingleses, belgas e incluso alemanes (estos últimos muy
concentrados en la industria eléctrica) hasta el punto que en 1914,
aproximadamente un tercio del capital invertido en Rusia era extranjero. En
definitiva, en Rusia se habían hecho pocas concesiones a los principios
liberales que se habían generalizado en mayor o menor medida en el conjunto de
países europeos.
En la sociedad: El
decreto de emancipación de los siervos en 1861 no satisface en absoluto las
aspiraciones de los campesinos que cultivaban tierras pertenecientes a los
nobles: debían pagar su propia liberación, impuesto personal, y además,
carecían de tierras suficientes para cultivar.
En la organización
del Estado: En el imperio ruso la autocracia zarista mantenía con
despotismo y arbitrariedad formas de vida y relaciones sociales de carácter
semifeudal. La administración del Estado sufría una corrupción creciente en
todos sus niveles. El zar, cúspide del poder autocrático estaba retirado de los
asuntos del gobierno. El desinterés y la apatía conducían a la corrupción
administrativa, hasta tal punto que quedaban sin efecto las normas
legales.
Antecedentes de la
revolución: La revolución de 1905. Las derrotas sufridas por los ejércitos
rusos y, sobre todo, la victoria japonesa sobre la armada rusa (1905), pusieron
al descubierto la profunda debilidad del régimen. El domingo 9 de enero de
1905, una manifestación convocada con carácter pacífico se dirige al palacio de
invierno para presentar al Zar un manifiesto sobre la penosa situación de gran
parte de la población. Sobre los manifestantes se abrió fuego causando
alrededor de un millar de víctimas. Antes estos hechos, se producen grandes
movimientos de masas en toda Rusia a lo largo del año 1905. A comienzos del
verano se subleva la marinería del acorazado Potemkin en Odesa.
Finalmente el zar Nicolás decide firmar el manifiesto de
octubre, en el que se compromete a ampliar la ley electoral y a conceder a la
Duma (Parlamento) poderes legislativos. Los resultados electorales de la
primera Duma dieron la mayoría aplastante al partido Kadet, pero las
atribuciones de la Duma, ya escasas, compartía el poder legislativo con el
Consejo de Estado, cuyos miembros eran elegidos por el Zar, quien tenía derecho
de veto, fueron recortadas paulatinamente, por lo que esta época ha sido
llamada la del pseudo constitucionalismo.
En el partido social-demócrata, la nueva situación
contribuyó a aumentar las diferencias ideológicas entre los mencheviques que
propugnaban el apoyo a los kadets (liberales), motores naturales de la
revolución burguesa, y los bolcheviques, que eran partidarios de desempeñar un
papel independiente en la revolución.
En estas condiciones la entrada de Rusia en la Guerra
Mundial, formando parte de la triple entente, aliada a Francia e Inglaterra,
fue un factor de desorganización social, económica y política. Todos los
condicionantes se agravaron durante la primera guerra mundial, pues Rusia,
incapaz de producir armamento moderno, verá como sus tropas son derrotadas por
los alemanes. Pero más grave, fue la situación de la retaguardia que debido a
la sub producción y al desorden de la red de transportes, el coste de la vida
aumentaba de forma galopante. Los factores positivos de la economía rusa se
vieron anulados, Rusia necesitaba la paz para prosperar, pero el Zar optó por
la guerra. La revolución de octubre. En la madrugada del 25 de octubre las
tropas bolcheviques, dirigidas por Trotski, tomaron los puntos estratégicos de
la ciudad y comienzan a detener a los miembros del gobierno provisional. Las
protestas de los mencheviques por la traición a la democracia no cambiaron las
relaciones de fuerza. La presión de los guardias rojos hacía imposible
cualquier deliberación por lo que muchos de los partidos abandonaron el
Congreso. El 26 de octubre era proclamados por unanimidad en el dócil congreso
dominado por los bolcheviques tres decretos: en el primero se ofrecía a los
pueblos y gobiernos en guerra la paz inmediata sin anexiones ni reparaciones y
decretaba el cese de las hostilidades. Por un segundo decreto se expropiaban
sin indemnización unos 150 millones de hectáreas en favor de los comités
locales de los soviets de campesinos, y por el tercer decreto se creaba el
consejo de comisarios del pueblo que asumía todo el poder ejecutivo hasta la
convocatoria de la Asamblea Constituyente.
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