sábado, 15 de junio de 2019

La Segunda Guerra Mundial.NOVENO ( 2022)


II GUERRA MUNDIAL (1939- 1945) 
Los países intervinientes son las 6 grandes potencias europeas (Gran Bretaña, Francia, Rusia, Austria-Hungría, Italia y Alemania) 

Los países agresores eran Alemania, Japón e Italia, todos los partidos de Alemania coincidían en que el tratado de Versalles era injusto e inaceptable. Japón se había convertido en una considerable fuerza militar, por lo que esto la convertía en una potencia del oriente, la causa inmediata de la II guerra fue la agresión de las tres potencias por el descontento del tratado de Versalles. La guerra no había sido pensada como una guerra larga, de hecho no se contaba con el armamento necesario, Inglaterra en cambio, consciente de su inferioridad en tierra, invirtió en armamento más costoso y tecnológicamente más complejo y planeo una guerra a largo plazo, donde ella y sus aliados superaban la capacidad productiva de sus aliados. En 1941 Hitler invade la URSS. Alemania poseía y producía muchos aviones y carros de combate que gran Bretaña, Rusia y EEUU. 

En 1943 los ejércitos alemanes fueron contenidos y se vieron obligados a rendirse en el Stalingrado. La derrota de Alemania solo era cuestión de tiempo. 
Las principales causas de la II guerra se dan por: el malestar dejado por la Primera Guerra Mundial: Alemania, derrotada albergaba un profundo resentimiento por la pérdida de grandes áreas geográficas y por las indemnizaciones que debía pagar en función de las reparaciones de guerra impuestas por el Tratado de Versalles en 1919. Algunas de esas cláusulas establecidas dentro del tratado firmado por Alemania fueron: 
1.     Pago de indemnizaciones por parte de Alemania a los Aliados por las pérdidas económicas sufridas por los mismos a causa de la guerra. 
2.     Reducción del ejército alemán 
3.     Reducción de la flota Alemana 
4.     La gran recesión que se presentó en el mundo entre los años 20 y 30, que en Alemania, crearon desempleo, caída del nivel de vida de la clase media, que a su vez abonaron el camino para el surgimiento de las reivindicaciones alemanas y con ello el impulso al partido Nacional-Socialista (Nazi). 

Italia, una de las vencedoras, no recibió suficientes concesiones territoriales para compensar el coste de la guerra ni para ver cumplidas sus ambiciones, no había quedado muy conforme con la repartición de territorios hecha en virtud del Tratado de Versalles. 
Japón, que se encontraba también en el bando aliado vencedor, vio frustrado su deseo de obtener mayores posesiones en Asia oriental. 
Al finalizar la guerra lo que se busca es la Desnazificación, la Desmilitarización, la Descarterización y la Democratización  Se puede dividir esta contienda en dos fases: 
1.  desde 1939 a 1941 en donde se desarrolla fundamentalmente en Europa y con dominio de las potencias del eje 
2.  desde 1942 hasta 1945 la guerra adquiere dimensiones mundiales, con el ingreso de EE.UU. al conflicto. 
3.  Hitler perseguía su sueño en la unificación alemana y unidad aria, en realidad estos territorios nunca habían pertenecido a Alemania. 

Francia e Inglaterra la dos potencias importantes de Europa veían como Hitler iba ganando terrenos, rompía el Tratado de Versalles, pues se había rearmado e iniciaba su expansión territorial: Los primeros avances alemanes fueron aceptados por algunas potencias porque entendían que el Tratado de Versalles había sido muy duro con Alemania y era justo que este país recuperara algo de los territorios perdidos. Por otro lado Hitler luchaba contra el comunismo por lo que les servía como una barrera contra el expansionismo soviético. 
Hitler tiene dos puntos que defender (oriental y occidental) y por lo tanto firma un pacto de no agresión con Rusia (Stalin), y se reparte algunos territorios de Polonia. Rusia recupera territorios que pertenecían al antiguo imperio zarista. El pacto de no-agresión entre Alemania y la Unión Soviética, ocurrido el 23 de agosto de 1939 sorprendió al mundo, pues 2 potencias de ideología contrarias y enemigas acordaron abstenerse de toda guerra y de integrar bloques contrarios a una u otra nación. 

Hitler consideró que Alemania estaba sufrientemente armada y bien dirigida por el partido Nazi para emprender la conquista del espacio vital que necesitaba la nación alemana y hacer frente a una guerra contra las democracias, es decir, contra Francia y Reino Unido, que se oponían a sus anexiones en Europa central y oriental y a todo tipo de retribución de colonias. La alianza alemana con Mussolini y la Italia fascista llevada a cabo en ocasión de la reciente guerra civil española parecía asegurar al eje Roma-Berlín una aplastante superioridad sobre Paris y Londres. A comienzos del verano de 1939, empezaron en Moscú negociaciones en este sentido cuando, contra toda expectativa, estallo la noticia de que Hitler y Stalin acaban de concluir un pacto que alineaba a la cuna del consumismo en el campo de las dictaduras totalitarias. Alemania y Rusia se pusieron de acuerdo para una nueva participación de Polonia. Francia e Inglaterra anunciaron que se opondrían a ello con las armas. 

Recapitulemos: Como factores que desencadenaron la Segunda Guerra Mundial se encuentra el primer lugar el enfrentamiento entre ideologías que amparaban sistemas políticos y económicos opuestos. A diferencia de la guerra anterior, enmarcada en un solo sistema predominante — el liberalismo capitalista, común a los dos bandos—, en el segundo conflicto mundial se enfrentaron tres ideologías contrarias: el liberalismo democrático, el nazi - fascismo y el comunismo soviético. Estos sistemas políticos, al ser contrarios entre sí, tenían en común la organización de un Estado fuerte. El comunismo a su vez se diferenciaba del totalitario, cuyo eje es el culto a la personalidad de un líder carismático. 
En segundo lugar estaban los problemas étnicos que, presentes desde siglos atrás, se fueron haciendo más graves al llevarse a efecto las modificaciones fronterizas creadas por el Tratado de Versalles, que afectaron negativamente sobre todo a Alemania y a Austria —naciones pobladas por germanos— y redujeron de manera considerable sus territorios.  Por otra parte, la insistencia de Hitler por evitar el cumplimiento del Tratado de Versalles provocó diferentes reacciones entre los países vencedores: Francia, que temía una nueva agresión de Alemania, quería evitar a toda costa que resurgiera el poderío bélico de la nación vecina. 

En cambio, el gobierno británico y el de Estados Unidos subestimaban el peligro que el rearme alemán representaba para la seguridad colectiva; consideraban que el Tratado de Versalles había sido demasiado injusto, y veían con simpatía la tendencia anticomunista adoptada por la Alemania nazi, porque podría significar una barrera capaz de detener el expansionismo soviético hacia Europa, calificado entonces por las democracias occidentales como un peligro mayor y mucho más grave que el propio nazismo. 

A causa de ese temor al comunismo, el gobierno británico adoptó una política de “apaciguamiento” respecto al expansionismo alemán, bajo la idea de que al hacer concesiones a Hitler podría evitarse una nueva guerra y se obtendría, además, su colaboración contra el peligro soviético. 

En tercer lugar, en la década de los años treinta la situación del mundo era muy distinta a la de 1914. Aparte de los trastornos ocasionados por la crisis económica iniciada en Estados Unidos, aún persistían los efectos devastadores de la Primera Guerra Mundial, que había producido una enorme transformación en todos los ámbitos de la vida humana y originado grandes crisis en prácticamente todos los países de la Tierra.  

Además, la secuela de tensiones internacionales que ese conflicto produjo, preparaban el camino para una nueva guerra, no obstante los intentos de la Sociedad de Naciones por evitarla. Por esta razón, puede decirse que la Segunda Guerra Mundial se originó directamente de la Primera; de ahí que ambos conflictos, enlazados por el periodo de entre guerras, constituyan lo que se considera como la “Segunda Guerra de los Treinta Años” en la historia moderna de la

humanidad. 

Consecuencias de la Segunda Guerra:  
En la última fase de la guerra, Estados Unidos y la Unión Soviética pasan a ejercer el papel predominante, formándose dos bloques encabezados por ellos. Estados Unidos, que ya desde antes de la guerra era la primera potencia económica mundial, se consolidó como tal. Europa quedó muy debilitada del conflicto y estaba arruinada por la guerra. Estados Unidos se convirtió, además, en la primera potencia militar mundial gracias al esfuerzo bélico realizado. A partir de entonces asumiría la función de defensor de los valores de la civilización occidental, sustituyendo a Gran Bretaña en su papel de gendarme mundial. 

La Unión Soviética, a pesar de las grandes pérdidas materiales y humanas que sufrió por el conflicto, salió muy fortalecida. El campo socialista se extendió a los países de Europa central y oriental, y la Unión Soviética se convirtió en su centro dirigente. La Revolución China estaba en curso y tampoco se haría esperar. Los próximos años mostrarían la intensidad de dicho enfrentamiento. 

Para el conjunto del conflicto de 1939-1945, tanto en Europa como en Asia, las cifras de pérdidas humanas es impresionante, las mayores que una guerra haya producido en toda la historia. En total se calculan 55 millones, 25 millones de estos fueron militares y el resto civiles, sin contar 5 millones de judíos asesinados en el Holocausto ocasionado por los Nazis. Pero esto es sólo una estimación aproximada, las destrucciones de registros civiles por bombardeos aéreos, la confusión provocada por los traslados de población –que imposibilita distinguir entre fallecido y desaparecidos- y la pérdida de parte de la documentación han impedido un mayor acercamiento a la cifra real de los muertos. 

A estas cifras se deben añadir 35 millones de heridos y 3 millones de desaparecidos, así como las víctimas de la sub alimentación que sufrían de enfermedades como la tuberculosis y el raquitismo. Además, esa hecatombe demográfica tendría consecuencias a largo plazo; en las pirámides de edades correspondientes a países como la Unión Soviética, Polonia, Yugoslavia y Alemania, se puede observar un desequilibrio en los indicadores de edad y sexo, que representa un notable descenso de la población activa que afectó de manera inmediata la reconstrucción de esos países. Y años después impactaría sobre el comportamiento del índice de natalidad. 

Al final de la guerra se planteaba en Europa el problema de las personas desplazadas a causa de las vicisitudes de la guerra. En tanto que millones de hombres y mujeres vagaban de un punto a otro del Continente, ex prisioneros de los campos de concentración nazis que trataban de volver a sus respectivos países, ex colaboracionistas que esperaban escapar a las represalias y los castigos y, sobre todo, ¡millones de personas que abandonaban los territorios anexionados por los vencedores. Unos 10 millones de alemanes sin recursos expulsados de Polonia, de Checoslovaquia o de Hungría, fueron transportados a una Alemania que había perdido 25% de su territorio, mientras que cerca de dos millones de checos y eslovacos ocupaban los territorios abandonados por los alemanes. En Austria apenas si fueron dejados en sus hogares los descendientes de colonos alemanes. 

En la región del Báltico, la suerte más cruel la sufrieron los letones, estonios y lituanos, quienes, deportados a campos de trabajo alemanes durante la guerra, al terminar ésta fueron llevados a Rusia al tiempo que su territorio era ocupado por colonos rusos. Siglos de lentos procesos demográficos fueron barridos en pocos meses; el mapa desplazamiento de etnográfico de Europa central y oriental fijado desde la Edad Media fue radicalmente remodelado. 

Pérdidas materiales y financieras: El panorama de las destrucciones materiales era también desolador; numerosas viviendas y otras construcciones fueron destruidas. Las comunicaciones (puertos, ferrocarriles, puentes y viaductos) y las grandes ciudades sufrieron los daños mayores. Alemania perdió 20% de sus viviendas y Gran Bretaña 9%, a causa de los bombardeos que afectaron también numerosas fábricas. En Francia, Italia y Alemania, aparte de ciertos sectores como el de la siderurgia, las instalaciones industriales habían sufrido menores daños; en las naciones de tradición industrial lo que impediría la recuperación sería la falta de materias primas y recursos financieros. 

Pero fue en la Europa oriental donde las destrucciones alcanzaron una mayor magnitud: en la Unión Soviética 17.000 ciudades y 70.000 pueblos fueron arrasados y, en conjunto, este país perdió más de 20% de su potencial industrial e incalculables daños en la agricultura y la ganadería. Polonia quedó arruinada, casi no quedaba edificio en pie, había perdido más de un tercio de su capacidad de producción y se encontraba al borde de la hambruna. En Yugoslavia, pueblos y campos quedaron destruidos y el país había perdido aproximadamente 38% de su capacidad productiva. En el aspecto financiero, los gastos de guerra y las muy pesadas exacciones monetarias impuestas por los alemanes en los países ocupados, particularmente en Francia, agravaron el déficit presupuestario y desencadenaron la inflación. 
Además, al finalizar la guerra apareció una gran masa de billetes atesorados durante el conflicto, cuya puesta en circulación constituyó otro factor inflacionario. Todo esto hacía inevitables las devaluaciones de las monedas, sobre todo en los países menos desarrollados como Hungría y Grecia. 

Efectos psicológicos y morales: Aparte de las destrucciones materiales y los desplazamientos de población, la guerra trajo consigo la ruina psicológica y moral, ocasionada por varios motivos: la utilización sistemática de la tortura por la Gestapo, la dominación de dictaduras militares y policíacas, la acentuación de los antagonismos de clases, la lucha enconada entre colaboracionistas y miembros de la resistencia. Otro elemento negativo en este sentido fue la creación de hábitos de violencia y pillaje que trastornaron incluso el orden interno en países que antes se habían destacado por el respeto a las leyes y a los derechos individuales. Pero el extremo de la ruina moral y psicológica estaba en los campos de exterminio nazi, descubierto tras la derrota alemana y la liberación de las naciones ocupadas. Se trataba de campos de concentración donde se llevaban a cabo los increíbles programas de exterminio del régimen nazi, “fábricas de la muerte” en las que se intentó la “solución final del problema judío” y se eliminaba también a los opositores políticos del nazismo, al tiempo que se ensayaban experimentos de esterilización y de eliminación de personas con defectos físicos o retraso mental, con miras a alcanzar la "pureza étnica” preconizada por las filosofías racistas alemanas. Aparte de la terrible huella dejada en los supervivientes de los campos de concentración, el conocimiento de aquellas atrocidades provocó un verdadero trauma moral en la conciencia humana ante el hecho inexplicable e injustificable de que una barbarie tal se hubiera podido desarrollar en el mundo civilizado del siglo XX. Pero la humanidad todavía había de presenciar azorada otra barbarie más cuando, en el mes de agosto siguiente, las bombas atómicas estadounidenses convirtieron en un verdadero infierno las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, provocando en ambas la muerte instantánea de cerca de 120.000 personas civiles y dejando una espantosa secuela de radiación nuclear que continuaría cobrando víctimas mortales por muchos años más.

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