El 9 de abril de 1948: A la una de la tarde, a pocos metros de la carrera Séptima con Avenida Jiménez, en Bogotá,
fue asesinado de tres disparos e líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. La multitud enfurecida acusó a Juan Roa Sierra,
sujeto al parecer de extracción humilde que, antes de morir a manos de la gente, negó su responsabilidad en los
hechos.
Según testigos, hubo dos asesinos; sin embargo, hasta el día de hoy ni siquiera puede aseverarse que Roa Sierra
haya sido uno de ellos. También se afirma que la CÍA estuvo implicada, pues durante esos años, que en el contexto
internacional corresponden con el comienzo de la Guerra Fría, la lucha contra el comunismo se mostraba implacable
contra todo lo que sonara revolucionario, y Gaitán era revolucionario. Todos los materiales sobre este
acontecimiento, que cayeron en manos de la CÍA, reposan como archivos clasificados, es decir, prohibidos para la
consulta pública.
En medio de estos confusos hechos, y ante los gritos de "¡mataron a Gaitán!" el 9 de abril de 1948 la gente
enardecida arrastró a Roa Sierra por la Séptima hasta destrozar su cuerpo. El tranvía, al igual que muchas
edificaciones, como las del diario El Siglo, la Gobernación, el Palacio de Justicia y el Instituto La Salle, fueron
incendiados. Personas armadas disparaban desde los techos de las casas y algunos miembros de la Policía que se
unieron a la multitud, provocaron numerosas muertes. No se sabe quién dejó salir a los presos ni a quién se le
ocurrió repartir licor a la masa enceguecida con la idea de vengar la muerte de su líder. Lo cierto es que Bogotá
despertó convulsionada la mañana siguiente y con la visión de haber atravesado una guerra muy larga.
Ciencias Sociales 904 – Tercer Periodo - 2017 13
Jorge Eliecer Gaitán – El indio
El líder liberal, al contrario de lo que muchas versiones
afirman, provenía de una familia de clase media
acomodada. Estudió derecho, y desde muy joven
empezó a participar en política al lado de líderes
liberales como Benjamín Herrera, sobresaliendo como
un genuino agitador político. Su tesis de grado, elogiada
por la prensa, la realizó sobre Las ideas socialistas en
Colombia. Perfeccionó sus estudios en Roma y luego
fue representante a la Cámara, Ministro de Educación y
Alcalde de Bogotá.
Durante los gobiernos liberales de la década de 1930,
Gaitán se apartó del liberalismo y fundóla UNIR (Unión
de Izquierda Revolucionaria) que no le dio muy buenos
resultados en materia electoral.
Regresó al liberalismo y, con el lema "¡Contra las
oligarquías, a la carga¡" se enfrentó a los dos últimos
gobiernos liberales y al siguiente conservador. En las
elecciones de 1946, y con un partido Liberal dividido, se
lanzó a la presidencia, junto con Gabriel Turbay; para
entonces, Mariano Ospina obtuvo la victoria. Allí
empezó una denuncia constante frente a la violenta
arremetida que los conservadores, apoyados en la
fuerza pública, iniciaron contra los liberales en todo el
país y de la cual se guardaba el más profundo silencio.
En julio de 1947, Gaitán convocó una marcha nocturna
de antorchas para protestar contra la negligencia del
gobierno frente a la violencia. Así, más de cien mil
antorchas se iluminaron frente al Palacio de Nariño.
Poco después, al ver que nada pasaba, Gaitán instó al
pueblo a llevar un duelo en señal de protesta, lo que se
conoció como la Manifestación del silencio, ocurrida el
7 de febrero de 1948, en la que cientos de personas
guardaron silencio en la plaza pública durante más de
una hora, no obstante, este acto no tuvo los efectos
esperados, pues la violencia desatada no cesaba y el
fuego enardecía en toda Colombia.
Jorge Eliécer Gaitán, abogado y político liberal, fue
reconocido por las denuncias que hizo sobre la
masacre de las bananeras en el Congreso. Además, en
1932, creó un movimiento popular llamado UNIR (Unión
Nacional de Izquierda Revolucionaria) que congregó
sectores populares (campesinos y obreros) e incomodó
a las clases altas colombianas por sus propuestas
socialistas. Aunque en 1946 no ganó las elecciones
presidenciales, su derrota ante el conservador Mariano
Ospina Pérez lo fortaleció, pues fue proclamado jefe
único del partido liberal. El 9 de abril de 1948, durante
la IX Conferencia Panamericana realizada en Bogotá,
Gaitán fue asesinado. Su muerte generó revueltas
populares en Bogotá, lo que se conoce como El
Bogotazo, que se extendieron a todo el país.
El inicio de la violencia en Colombia
Para algunos historiadores, el 9 de abril de 1948 marca
el inicio de la violencia en Colombia, que hasta nuestros
días no ha tenido fin. Sin embargo, una ola de violencia
ya se había desencadenado antes de esta fecha.
Gaitán era visto realmente como el líder que
abanderaba con profundo compromiso ideas de
inclusión e igualdad para todas las capas de la
sociedad, criticando fuertemente a los políticos
colombianos que, según él, conformaban gobiernos
para las oligarquías.
Por otra parte, no puede desconocerse que tras la
muerte de Gaitán se conformaron Juntas
revolucionarias en diferentes partes del país que
subvirtieron momentáneamente el orden. Pero, pese a
esto y los hechos acaecidos el 9 de abril, la violencia en
Colombia no inició tras la muerte de Gaitán. Ésta fue
producto de la violencia política que ya afrontaba
Colombia, y que empezaba a extenderse por todo el
territorio nacional.
martes, 21 de mayo de 2019
LA VIOLENCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX. Noveno Fila 5 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21
LA VIOLENCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX
LA MASACRE DE LAS BANANERAS.Noveno Fila 4 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21
“LA MASACRE DE LAS BANANERAS”
Como consecuencia del auge económico que vivía el
país, la producción industrial creció notoriamente
durante la década de 1920. Junto a este crecimiento,
vino un incremento de inversión en diferentes obras
públicas, al mismo tiempo que un aumento en la
migración de campesinos a las ciudades en busca de
mejores horizontes para su porvenir. Estos últimos,
llegaron a los centros urbanos más importantes de
Colombia, como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla,
para convertirse en obreros asalariados del proceso de
industrialización que hasta ahora comenzaba.
Los gobiernos conservadores habían logrado sortear
con éxito los diferentes problemas económicos
acaecidos las dos primeras décadas del siglo XX, pero
las problemáticas emergentes que traería consigo la
presencia masiva de obreros asalariados, quedarían
fuera de su alcance. A esto, los últimos gobiernos
conservadores respondieron con represión. De esta
forma, durante el gobierno de Miguel Abadía Méndez
(1926-1930) tuvo cabida una de las masacres de
trabajadores más violentas de la historia colombiana.
Debido a políticas económicas de enclave y
latifundismo, algunas multinacionales, como la United
Fruit Company - UFCo se establecieron y explotaron
extensos territorios colombianos empleando a muchos
campesinos con sueldos muy bajos y en malas
condiciones. Esta situación llevó a los trabajadores a
protestar aislada y progresivamente.
En 1928, con el apoyo de algunos miembros de la
dirección del Partido Socialista Revolucionario
Colombiano, como María Cano e Ignacio Torres Giraldo,
se convocó a una huelga. Más de 25.000 trabajadores
se negaron a cortar bananos tratando de presionar a las
directivas de la compañía, sin obtener los resultados
esperados. Éstas, se sentían amparadas en la Ley 69
del 30 de octubre de 1928, que declaraba la ilegalidad
anticipada ante cualquier pretensión, por parte de los
obreros, para obtener beneficios mediante huelgas.
Desde el 12 de noviembre al 5 de diciembre los
trabajadores se mantuvieron en huelga, hasta cuando,
en una medida militar por parte del gobierno nacional
para acabarla, centenares de trabajadores fueron
asesinados mientras sostenían una reunión pacífica.
La aclaración de estos hechos fue confusa por parte del
gobierno y la cantidad exacta de obreros asesinados
nunca se supo, aunque hoy en día se calcula que fueron
alrededor de mil. Tras esta acción violenta, los
trabajadores se apresuraron a negociar en pésimas
condiciones para ellos. Sus salarios se vieron reducidos
y los derechos sobre la tierra, problema que estaba de
fondo en medio de la huelga, nunca se discutieron.
Además de las condiciones desfavorables en las que
quedaron los trabajadores de las bananeras, después
de este sangriento episodio, la clase trabajadora
colombiana se vio enfrentada consejos de guerra,
asesinatos selectivos de líderes y caro para los
dirigentes nacionales y locales. Con este hecho, los
gobiernos conservadores quedaron debilitados, la gente
del común no se explicaba por qué su arremetida contra
los trabajadores. Para las siguientemente elecciones, el
partido Liberal retornó al poder.
La Hegemonia Liberal (1930-1946).Noveno Fila 3 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21
Durante la hegemonía liberal en Colombia (1930-1946),
el país vivió una modernización importante que implicaba un proyecto
para desarrollar la civilidad y fomentar el conocimiento en todos los
ámbitos que fueran necesarios para generar progreso.
Entre
las características más relevantes de este período destacan la
otorgación de derechos a los trabajadores al permitírseles crear
sindicatos y protagonizar huelgas, así como el énfasis en el desarrollo
de una educación inclusiva.
Los
presidentes durante ese período fueron Enrique Olaya Herrera, de 1930 a
1934; Alfonso López Pumarejo, de 1934 a 1938, y luego de 1942 a 1945;
Eduardo Santos, de 1938 a 1942; y Alberto Lleras Camargo, de 1945 a
1946.
Principales Caracteristicas
Reforma constitucional
Cuando
comenzaron los gobiernos liberales en Colombia, la constitución vigente
era la de 1886. Desde 1930, los liberales plantearon la importancia de
renovar la Carta Magna colombiana, para adaptarla al nuevo proyecto de
progreso.
Durante
el primer gobierno de Alfonso López Pumarejo comenzó a trabajarse la
reforma constitucional, que fue asumida por el Congreso de la nación.
Surgieron
muchas oposiciones en el debate que precedió a la promulgación de dicha
reforma, especialmente de algún segmento del clero, debido a que parte
de las variaciones tenían que ver con eliminar la noción del catolicismo
como religión mayoritaria en Colombia.
Entre
los aspectos más relevantes de esta reforma resaltan el reconocimiento
del sufragio universal y del derecho de las mujeres a integrarse como
trabajadoras en las instituciones públicas, así como la participación
más activa del Estado en el ámbito económico del país, entre otros.
Los
principales promotores de la reforma constitucional fueron López
Pumarejo, Alberto Lleras Camargo y Darío Echandía, y para ellos estaba
claro que su intención no era generar un estado socialista ni en contra
de la religión, sino moderno y liberal.
Mejoras para los trabajadores
Durante la hegemonía liberal colombiana hubo distintas iniciativas legales que favorecieron a los trabajadores.
Por ejemplo, en 1931 se les reconoció oficialmente el derecho a
organizarse a través de sindicatos, y el derecho a la huelga; esto trajo
como consecuencia que entre los años 1931 y 1945, se originaran en
Colombia unos 1500 sindicatos.
La
relación entre empleados y empresarios comenzó a hacerse más
colaborativa. Se buscaba conciliar ambos espacios para que mejorara la
condición de vida de los trabajadores y, en última instancia, los
resultados económicos pudieran ser favorables para todos.
Reforma educativa
La educación fue uno de los pilares fundamentales en la época de la llamada república liberal colombiana.
La
educación fue la forma a través de la cual se buscaba enseñar valores
ciudadanos y fomentar una mayor igualdad social, debido a que se
pretendía llevar la educación todos los sectores de la sociedad.
La
Escuela Normal Superior se estableció en 1936 y jugó un papel
fundamental, debido a que allí se formaban los maestros y directivos del
ámbito educativo de Colombia.
En
esta escuela se formaron distintas personalidades, que luego fomentaron
la creación de instituciones educativas y de investigación que serían
relevantes para la sociedad colombiana.
Durante
este período se buscó bajar los niveles de analfabetismo del país, se
crearon escuelas mixtas, se permitió el ingreso de la mujer en la
universidad y hubo organismos de inspección que velaban por el correcto
funcionamiento de las instituciones en los diferentes niveles
educativos.
Fomento de la arqueología y etnología
Enmarcado
en la reforma educativa, en Colombia se crearon varios institutos
especializados en distintas áreas del conocimiento, que promovieron la
interacción con expertos en diferentes aspectos y, por ende, el cultivo
del conocimiento.
Ejemplo
de esto fueron el Servicio Arqueológico Nacional, la Sociedad de
Estudios Arqueológicos y el Instituto Etnológico Nacional, que
fomentaron en Colombia el estudio de los pueblos indígenas y propiciaron
que se generaran políticas sociales a su favor.
Estas
prácticas, especialmente la etnografía y la antropología, se
promovieron como las disciplinas para estudiar el origen de los pueblos,
y para incluir en la sociedad a los pueblos aborígenes.
Bibliotecas en espacios rurales
El
20 de julio de 1938, bajo la presidencia de Alfonso López Pumarejo, se
creó la Biblioteca Nacional de Colombia. A partir de este hecho, en los
años siguientes se fomentó la creación de distintas bibliotecas en todo
el ámbito nacional, para así favorecer el acceso a la lectura.
Esta
creación de bibliotecas estuvo enmarcada en la llamada Campaña Aldeana,
bajo la cual se buscó acercar conocimientos occidentales a las
comunidades rurales.
La intención era promover un cambio de pensamiento en la sociedad y
aumentar la civilidad que, idealmente, llevaría al progreso de la
nación.
Ciudad universitaria
La
Universidad Nacional de Colombia se organizó de forma distinta; la
intención era generar una ciudad universitaria, que abarcara los
diferentes ámbitos académicos y de conocimiento que eran necesarios en
la época para generar el desarrollo de la sociedad colombiana.
Bajo
esta noción, la Universidad Nacional de Colombia amplió sus espacios
físicos y abrió sus puertas al debate de las ideas, se dieron recursos
económicos, se crearon distintos institutos de formación, se permitió el
ingreso a las mujeres, se amplió la oferta de carreras universitarias y
se estimuló la investigación, entre otros aspectos.
Todo
esto permitió que la Universidad Nacional de Colombia se convirtiera en
el centro científico por excelencia de la república colombiana durante
la hegemonía liberal.
Más derechos a los campesinos
En
1936 surgió la llamada “ley de tierras”, que reconocía los derechos de
los campesinos y buscaba mejorar sus condiciones laborales.
Entre los puntos determinantes de dicha ley destaca que el Estado
administraría aquellas tierras que estuviesen diez años sin ser
explotadas, y que, si un campesino había trabajado un terreno
considerado baldío, se le otorgaba el derecho sobre dicho terreno luego
de cinco años de labores en ese espacio.
Esta
reforma, que buscaba una redistribución de las tierras, se encontró con
la oposición del clero y del ala conservadora de Colombia, quienes se
resistieron a estas medidas e impidieron que se llevaran a cabo acciones
determinantes en este ámbito.
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