martes, 21 de mayo de 2019

LA VIOLENCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX. Noveno Fila 5 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21

LA VIOLENCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX
El 9 de abril de 1948: A la una de la tarde, a pocos metros de la carrera Séptima con Avenida Jiménez, en Bogotá, fue asesinado de tres disparos e líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. La multitud enfurecida acusó a Juan Roa Sierra, sujeto al parecer de extracción humilde que, antes de morir a manos de la gente, negó su responsabilidad en los hechos. Según testigos, hubo dos asesinos; sin embargo, hasta el día de hoy ni siquiera puede aseverarse que Roa Sierra haya sido uno de ellos. También se afirma que la CÍA estuvo implicada, pues durante esos años, que en el contexto internacional corresponden con el comienzo de la Guerra Fría, la lucha contra el comunismo se mostraba implacable contra todo lo que sonara revolucionario, y Gaitán era revolucionario. Todos los materiales sobre este acontecimiento, que cayeron en manos de la CÍA, reposan como archivos clasificados, es decir, prohibidos para la consulta pública. En medio de estos confusos hechos, y ante los gritos de "¡mataron a Gaitán!" el 9 de abril de 1948 la gente enardecida arrastró a Roa Sierra por la Séptima hasta destrozar su cuerpo. El tranvía, al igual que muchas edificaciones, como las del diario El Siglo, la Gobernación, el Palacio de Justicia y el Instituto La Salle, fueron incendiados. Personas armadas disparaban desde los techos de las casas y algunos miembros de la Policía que se unieron a la multitud, provocaron numerosas muertes. No se sabe quién dejó salir a los presos ni a quién se le ocurrió repartir licor a la masa enceguecida con la idea de vengar la muerte de su líder. Lo cierto es que Bogotá despertó convulsionada la mañana siguiente y con la visión de haber atravesado una guerra muy larga. Ciencias Sociales 904 – Tercer Periodo - 2017 13 Jorge Eliecer Gaitán – El indio El líder liberal, al contrario de lo que muchas versiones afirman, provenía de una familia de clase media acomodada. Estudió derecho, y desde muy joven empezó a participar en política al lado de líderes liberales como Benjamín Herrera, sobresaliendo como un genuino agitador político. Su tesis de grado, elogiada por la prensa, la realizó sobre Las ideas socialistas en Colombia. Perfeccionó sus estudios en Roma y luego fue representante a la Cámara, Ministro de Educación y Alcalde de Bogotá. Durante los gobiernos liberales de la década de 1930, Gaitán se apartó del liberalismo y fundóla UNIR (Unión de Izquierda Revolucionaria) que no le dio muy buenos resultados en materia electoral. Regresó al liberalismo y, con el lema "¡Contra las oligarquías, a la carga¡" se enfrentó a los dos últimos gobiernos liberales y al siguiente conservador. En las elecciones de 1946, y con un partido Liberal dividido, se lanzó a la presidencia, junto con Gabriel Turbay; para entonces, Mariano Ospina obtuvo la victoria. Allí empezó una denuncia constante frente a la violenta arremetida que los conservadores, apoyados en la fuerza pública, iniciaron contra los liberales en todo el país y de la cual se guardaba el más profundo silencio. En julio de 1947, Gaitán convocó una marcha nocturna de antorchas para protestar contra la negligencia del gobierno frente a la violencia. Así, más de cien mil antorchas se iluminaron frente al Palacio de Nariño. Poco después, al ver que nada pasaba, Gaitán instó al pueblo a llevar un duelo en señal de protesta, lo que se conoció como la Manifestación del silencio, ocurrida el 7 de febrero de 1948, en la que cientos de personas guardaron silencio en la plaza pública durante más de una hora, no obstante, este acto no tuvo los efectos esperados, pues la violencia desatada no cesaba y el fuego enardecía en toda Colombia. Jorge Eliécer Gaitán, abogado y político liberal, fue reconocido por las denuncias que hizo sobre la masacre de las bananeras en el Congreso. Además, en 1932, creó un movimiento popular llamado UNIR (Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria) que congregó sectores populares (campesinos y obreros) e incomodó a las clases altas colombianas por sus propuestas socialistas. Aunque en 1946 no ganó las elecciones presidenciales, su derrota ante el conservador Mariano Ospina Pérez lo fortaleció, pues fue proclamado jefe único del partido liberal. El 9 de abril de 1948, durante la IX Conferencia Panamericana realizada en Bogotá, Gaitán fue asesinado. Su muerte generó revueltas populares en Bogotá, lo que se conoce como El Bogotazo, que se extendieron a todo el país. El inicio de la violencia en Colombia Para algunos historiadores, el 9 de abril de 1948 marca el inicio de la violencia en Colombia, que hasta nuestros días no ha tenido fin. Sin embargo, una ola de violencia ya se había desencadenado antes de esta fecha. Gaitán era visto realmente como el líder que abanderaba con profundo compromiso ideas de inclusión e igualdad para todas las capas de la sociedad, criticando fuertemente a los políticos colombianos que, según él, conformaban gobiernos para las oligarquías. Por otra parte, no puede desconocerse que tras la muerte de Gaitán se conformaron Juntas revolucionarias en diferentes partes del país que subvirtieron momentáneamente el orden. Pero, pese a esto y los hechos acaecidos el 9 de abril, la violencia en Colombia no inició tras la muerte de Gaitán. Ésta fue producto de la violencia política que ya afrontaba Colombia, y que empezaba a extenderse por todo el territorio nacional.

LA MASACRE DE LAS BANANERAS.Noveno Fila 4 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21

“LA MASACRE DE LAS BANANERAS” 
Como consecuencia del auge económico que vivía el país, la producción industrial creció notoriamente durante la década de 1920. Junto a este crecimiento, vino un incremento de inversión en diferentes obras públicas, al mismo tiempo que un aumento en la migración de campesinos a las ciudades en busca de mejores horizontes para su porvenir. Estos últimos, llegaron a los centros urbanos más importantes de Colombia, como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, para convertirse en obreros asalariados del proceso de industrialización que hasta ahora comenzaba. Los gobiernos conservadores habían logrado sortear con éxito los diferentes problemas económicos acaecidos las dos primeras décadas del siglo XX, pero las problemáticas emergentes que traería consigo la presencia masiva de obreros asalariados, quedarían fuera de su alcance. A esto, los últimos gobiernos conservadores respondieron con represión. De esta forma, durante el gobierno de Miguel Abadía Méndez (1926-1930) tuvo cabida una de las masacres de trabajadores más violentas de la historia colombiana. Debido a políticas económicas de enclave y latifundismo, algunas multinacionales, como la United Fruit Company - UFCo se establecieron y explotaron extensos territorios colombianos empleando a muchos campesinos con sueldos muy bajos y en malas condiciones. Esta situación llevó a los trabajadores a protestar aislada y progresivamente. En 1928, con el apoyo de algunos miembros de la dirección del Partido Socialista Revolucionario Colombiano, como María Cano e Ignacio Torres Giraldo, se convocó a una huelga. Más de 25.000 trabajadores se negaron a cortar bananos tratando de presionar a las directivas de la compañía, sin obtener los resultados esperados. Éstas, se sentían amparadas en la Ley 69 del 30 de octubre de 1928, que declaraba la ilegalidad anticipada ante cualquier pretensión, por parte de los obreros, para obtener beneficios mediante huelgas. Desde el 12 de noviembre al 5 de diciembre los trabajadores se mantuvieron en huelga, hasta cuando, en una medida militar por parte del gobierno nacional para acabarla, centenares de trabajadores fueron asesinados mientras sostenían una reunión pacífica. La aclaración de estos hechos fue confusa por parte del gobierno y la cantidad exacta de obreros asesinados nunca se supo, aunque hoy en día se calcula que fueron alrededor de mil. Tras esta acción violenta, los trabajadores se apresuraron a negociar en pésimas condiciones para ellos. Sus salarios se vieron reducidos y los derechos sobre la tierra, problema que estaba de fondo en medio de la huelga, nunca se discutieron. Además de las condiciones desfavorables en las que quedaron los trabajadores de las bananeras, después de este sangriento episodio, la clase trabajadora colombiana se vio enfrentada consejos de guerra, asesinatos selectivos de líderes y caro para los dirigentes nacionales y locales. Con este hecho, los gobiernos conservadores quedaron debilitados, la gente del común no se explicaba por qué su arremetida contra los trabajadores. Para las siguientemente elecciones, el partido Liberal retornó al poder.

La Hegemonia Liberal (1930-1946).Noveno Fila 3 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21

Durante la hegemonía liberal en Colombia (1930-1946), el país vivió una modernización importante que implicaba un proyecto para desarrollar la civilidad y fomentar el conocimiento en todos los ámbitos que fueran necesarios para generar progreso.
Entre las características más relevantes de este período destacan la otorgación de derechos a los trabajadores al permitírseles crear sindicatos y protagonizar huelgas, así como el énfasis en el desarrollo de una educación inclusiva. 
Los presidentes durante ese período fueron Enrique Olaya Herrera, de 1930 a 1934; Alfonso López Pumarejo, de 1934 a 1938, y luego de 1942 a 1945; Eduardo Santos, de 1938 a 1942; y Alberto Lleras Camargo, de 1945 a 1946.

Principales Caracteristicas

Reforma constitucional

Cuando comenzaron los gobiernos liberales en Colombia, la constitución vigente era la de 1886. Desde 1930, los liberales plantearon la importancia de renovar la Carta Magna colombiana, para adaptarla al nuevo proyecto de progreso.
Durante el primer gobierno de Alfonso López Pumarejo comenzó a trabajarse la reforma constitucional, que fue asumida por el Congreso de la nación.
Surgieron muchas oposiciones en el debate que precedió a la promulgación de dicha reforma, especialmente de algún segmento del clero, debido a que parte de las variaciones tenían que ver con eliminar la noción del catolicismo como religión mayoritaria en Colombia.
Entre los aspectos más relevantes de esta reforma resaltan el reconocimiento del sufragio universal y del derecho de las mujeres a integrarse como trabajadoras en las instituciones públicas, así como la participación más activa del Estado en el ámbito económico del país, entre otros.
Los principales promotores de la reforma constitucional fueron López Pumarejo, Alberto Lleras Camargo y Darío Echandía, y para ellos estaba claro que su intención no era generar un estado socialista ni en contra de la religión, sino moderno y liberal.

Mejoras para los trabajadores

Durante la hegemonía liberal colombiana hubo distintas iniciativas legales que favorecieron a los trabajadores.
Por ejemplo, en 1931 se les reconoció oficialmente el derecho a organizarse a través de sindicatos, y el derecho a la huelga; esto trajo como consecuencia que entre los años 1931 y 1945, se originaran en Colombia unos 1500 sindicatos.
La relación entre empleados y empresarios comenzó a hacerse más colaborativa. Se buscaba conciliar ambos espacios para que mejorara la condición de vida de los trabajadores y, en última instancia, los resultados económicos pudieran ser favorables para todos.

Reforma educativa

La educación fue uno de los pilares fundamentales en la época de la llamada república liberal colombiana.
La educación fue la forma a través de la cual se buscaba enseñar valores ciudadanos y fomentar una mayor igualdad social, debido a que se pretendía llevar la educación todos los sectores de la sociedad.
La Escuela Normal Superior se estableció en 1936 y jugó un papel fundamental, debido a que allí se formaban los maestros y directivos del ámbito educativo de Colombia.
En esta escuela se formaron distintas personalidades, que luego fomentaron la creación de instituciones educativas y de investigación que serían relevantes para la sociedad colombiana.
Durante este período se buscó bajar los niveles de analfabetismo del país, se crearon escuelas mixtas, se permitió el ingreso de la mujer en la universidad y hubo organismos de inspección que velaban por el correcto funcionamiento de las instituciones en los diferentes niveles educativos.

Fomento de la arqueología y etnología

Enmarcado en la reforma educativa, en Colombia se crearon varios institutos especializados en distintas áreas del conocimiento, que promovieron la interacción con expertos en diferentes aspectos y, por ende, el cultivo del conocimiento.
Ejemplo de esto fueron el Servicio Arqueológico Nacional, la Sociedad de Estudios Arqueológicos y el Instituto Etnológico Nacional, que fomentaron en Colombia el estudio de los pueblos indígenas y propiciaron que se generaran políticas sociales a su favor.
Estas prácticas, especialmente la etnografía y la antropología, se promovieron como las disciplinas para estudiar el origen de los pueblos, y para incluir en la sociedad a los pueblos aborígenes.

Bibliotecas en espacios rurales

El 20 de julio de 1938, bajo la presidencia de Alfonso López Pumarejo, se creó la Biblioteca Nacional de Colombia. A partir de este hecho, en los años siguientes se fomentó la creación de distintas bibliotecas en todo el ámbito nacional, para así favorecer el acceso a la lectura.
Esta creación de bibliotecas estuvo enmarcada en la llamada Campaña Aldeana, bajo la cual se buscó acercar conocimientos occidentales a las comunidades rurales.
La intención era promover un cambio de pensamiento en la sociedad y aumentar la civilidad que, idealmente, llevaría al progreso de la nación.

Ciudad universitaria

La Universidad Nacional de Colombia se organizó de forma distinta; la intención era generar una ciudad universitaria, que abarcara los diferentes ámbitos académicos y de conocimiento que eran necesarios en la época para generar el desarrollo de la sociedad colombiana.
Bajo esta noción, la Universidad Nacional de Colombia amplió sus espacios físicos y abrió sus puertas al debate de las ideas, se dieron recursos económicos, se crearon distintos institutos de formación, se permitió el ingreso a las mujeres, se amplió la oferta de carreras universitarias y se estimuló la investigación, entre otros aspectos.
Todo esto permitió que la Universidad Nacional de Colombia se convirtiera en el centro científico por excelencia de la república colombiana durante la hegemonía liberal.

Más derechos a los campesinos

En 1936 surgió la llamada “ley de tierras”, que reconocía los derechos de los campesinos y buscaba mejorar sus condiciones laborales.
Entre los puntos determinantes de dicha ley destaca que el Estado administraría aquellas tierras que estuviesen diez años sin ser explotadas, y que, si un campesino había trabajado un terreno considerado baldío, se le otorgaba el derecho sobre dicho terreno luego de cinco años de labores en ese espacio.
Esta reforma, que buscaba una redistribución de las tierras, se encontró con la oposición del clero y del ala conservadora de Colombia, quienes se resistieron a estas medidas e impidieron que se llevaran a cabo acciones determinantes en este ámbito.