martes, 2 de abril de 2019

LA GRAN CRISIS ECONÓMICA DE 1929 (EL CRACK DE 1929)Noveno Fila 2 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21



LA GRAN CRISIS ECONÓMICA DE 1929
EL CRACK DE 1929

El dólar era la única moneda convertible en oro y Nueva York era la única plaza financiera capaz de mantener un sistema de préstamos a largo plazo.
El predominio del dólar y las ventas masivas a Europa, aseguraron las bases del crecimiento industrial y agrario. Esta prosperidad norteamericana creó una mentalidad de enriquecimiento rápido, lo cual favoreció el auge de la Bolsa de Valores de Nueva York, lugar donde se compraban y vendían las acciones de las empresas. 

Los negocios con estos documentos fueron tan grandes que ningún banco importante se hizo responsable de su valor real. El alza permanente de los precios en la Bolsa no estaba en relación directa con el aumento de la actividad económica real que los títulos representaban. Esto llevó a que la producción económica bajara y, en consecuencia, la Bolsa de Nueve York entrara en crisis en 1929.

El 24 de octubre, el día que se conoce como Jueves Negro, estas se habían convertido en papeles in valor económico. La retirada masiva de efectivo por los ahorradores llevó a la quiebra a numerosos bancos. La parálisis del crédito frenó la inversión y el consumo. 

El cierre de fábricas provocó un desempleo sin precedentes. Inició en Estados Unidos un largo período de de presión económica que llegó a su culmen a mediados de 1933.

RESPUESTA  A LA CRISIS

La crisis económica fue enfrentada por  Franklin Delano Roosevelt. Su política para superar la crisis tomó el nombre de New Deal,   

La primera medida fue la devaluación del dólar. Se prohibió el atesoramiento y la exportación de oro. Se reestructuró el sistema financiero.

En el plano agrario se planteó la recuperación de las rentas campesinas a través de la limitación de la producción y de las subvenciones de las exportaciones. Sin embargo, los intentos por superar la crisis estuvieron dirigidos principalmente a proteger a los empresarios.

Dio paso a un fuerte movimiento de crítica a las bases del capitalismo y los regímenes parlamentarios se vieron amenazados por el auge de los movimientos extremistas: los partidos comunistas y fascistas

Antecedentes
Tras la Primera Guerra Mundial, los nuevos países que habían resultado de la guerra comenzaban a progresar. Se habla de los ‘felices años veinte’. Además, Estados Unidos emerge como la gran potencia económica e industrial. Su crecimiento industrial, basado principalmente en las teorías de Taylor y Ford, fue extraordinario.
Sin embargo, el sector primario no creció de la misma manera sino mucho más lento, por lo que se produjo un éxodo del campo a la ciudad. Fue tal el clima de bonanza que había que una gran parte de la población decidió adquirir acciones en empresas industriales.
De hecho, casi la décima parte de la población invertiría sus ahorros en el mercado de valores. Tras esto, a partir de 1927 los financieros de Wall Street decidieron centrar sus atenciones en el mercado interior. Este hecho incrementó los valores de las empresas norteamericanas y con ello, los problemas.
Causas
Las principales causas de la Crisis del 29′ son tres. En primer lugar, una superproducción agrícola que conduce a un incremento de productos en el mercado y, por tanto, una bajada de los precios y rentas rurales. Se produce más de lo que se consume y al no vender, comienzan a producirse despidos.
Como segunda razón está el subconsumo industrial camuflado y mantenido gracias a los créditos, que la población se acostumbra a pedirlos para poder comprar lo que deseen. Y tercero, y más importante, la especulación bursátil mencionada anteriormente por parte de los financieros de Wall Street, que hacían ganar dinero rápidamente a pesar de que las acciones estaba sobrevaloradas.

Consecuencias
El 22 de octubre de 1929 dejan de subir las acciones y comienzan a bajar hasta que el jueves 24 toma proporciones catastróficas, día que pasó a la Historia como el “Jueves Negro”. Se empezaron a vender acciones para tratar de salvar la mayor cantidad de dinero posible y se produce una bola de nieve: a consecuencia de esto, el precio de las acciones cada vez bajaba con mayor rapidez. Llegaron a venderse hasta 12 millones de acciones en un solo día.
Después llegó el denominado ‘Martes Negro’, en el que se colapsó la Bolsa, consecuencia de la pérdida de 24.000 millones de dólares en apenas una semana. Esto arruinaría a los especuladores y paralizaría las ventas de crédito.
El pánico cundió entre la población. Su respuesta fue acudir a los bancos a retirar todos los ahorros que tenían, pero éstos no podían rembolsar ese dinero ya que se había invertido en préstamos o inversores, lo que produjo la quiebra en cadena de los bancos (casi 4.000 en apenas tres años) y el consiguiente suicidio de empresarios y financieros.
El desempleo subió como la espuma, lo que llevó al cierre de numerosos negocios y en 1933 se registraron 14 millones de parados. El Gobierno podría haber intentando salvar la situación e imponer la calma, pero decidió no intervenir limitándose a esperar a que pasara el tiempo y ver si se solucionaba solo.
Debido a la fuerte dependencia que tenía Europa de Estados Unidos, la crisis también le afecta. La reducción de las importaciones americanas o la repatriación de los bancos americanos fueron alguno de los efectos. Austria es una de las primeras afectadas con la quiebra de varios de sus bancos.
Con la llegada al poder de Roosevelt en 1933, se implanta el conocido “New Deal”, basado en las ideas de Keynes que permitían la intervención del Estado cuando la situación lo requiriese.
Entre las medidas que contenía estaba el favorecer las inversiones, el crédito y el consumo, lo que conllevaría a una reducción del desempleo. Hubo ayudas para los bancos y subvenciones a los agricultores. También se propuso un aumento del salario y una reducción de las horas de trabajo. Además, se diseñaron planes de asistencia sanitaria y un nuevo sistema de jubilaciones y pensiones.
Se trata de una crisis que no terminaría hasta bien entrado el año 1939, año en que comenzaría la Segunda Guerra Mundial.

LOS MOVIMIENTOS OBREROS. Noveno Fila 1 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21

PRIMEROS MOVIMIENTO OBREROS

LOS MOVIMIENTOS OBREROS
mapa con
Las primeras industrias que empezaron a establecerse en Europa empleaban hombres, mujeres e incluso niños, en condiciones extraordinariamente duras. El hecho de vivir y trabajar juntos en grandes aglomeraciones, permitió que el obrero desarrollara una conciencia de clase, es decir, sentirse miembro de un grupo, sentir sus problemas y la necesidad de unir esfuerzos para mejorar su situación. Fue así como empezaron a surgir las sociedades de ayuda mutua, en las que los trabajadores pagaban una cuota periódica y constituían un fondo obrero para cuando se enfermaran o quedaran sin trabajo.

Con el tiempo, estas organizaciones se consolidaron, y se formaron asociaciones permanentes de obreros que buscaban mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Años más tarde, se convirtieron en sindicatos, los cuales generaron una fuerte reacción conservadora por temor a la propagación de las ideas de la Revolución Francesa, restringiendo las libertades de reunión, expresión y asociación. Ante todo, los sindicatos tuvieron que llevar una vida clandestina, hasta que en 1825 fueron restablecidas las libertades y se formaron los primeros sindicatos obreros (Trade Unions).

Por otro lado, se formó un movimiento social impulsado por obreros en paro y artesanos, llamado el Ludismo, que centraba su lucha en la destrucción de las máquinas y la quema de las fábricas.
El movimiento obrero se apoyó en las teorías de Robert Owen (1771-1853), quien había propuesto la creación de aldeas de cooperación o cooperativas, donde los trabajadores fueran los propietarios de los medios de producción, elaboraran el producto y ellos mismos lo vendieran; de esa forma se lograba una nueva organización social mucho más humana.
En 1834 se fundó La Grand National Consolidated Trades Union, con el fin de que los sindicatos dirigieran la producción en los diversos sectores industriales, pero con el tiempo se dieron cuenta que limitarse a acciones netamente económicas no traería éxitos duraderos, por lo que las discusiones se centraron en el derecho electoral democrático, ya que creían que si llegaban a la Cámara de los Comunes, podrían lograr hacer reformas legales en favor del obrero.

OBREROS Fue así como en 1838, la Asociación de Trabajadores de Londres elaboró la Carta del Pueblo, donde exponía en seis puntos las necesidades del momento: sufragio universal, voto por medio de escrutinio, parlamentos anuales, supresión del certificado de propiedad exigido a los miembros del Parlamento, establecimiento de la inmunidad parlamentaria y circunscripciones electorales iguales; de este intento de diálogo a través de cartas, nació el Movimiento Cartista, de origen inglés, que se disolvió muy rápido por la falta de unión de sus dirigentes, de solidaridad internacional, de un claro norte político y por la dura represión del gobierno.
Mientras tanto, en Francia, surgieron pensadores que presentaban al obrero nuevas formas de vida; es el caso de Charles Fourier, quien hablaba de una federación de pequeñas cooperativas, los Falansterios, donde los trabajadores estarían asociados en grupos de producción y consumo para su administración, y todos trabajarían, producirían y consumirían. En esta sociedad organizada e igualitaria, no habría distinción de raza ni sexo porque quedaba asegurada la independencia material y moral de la mujer.
También para esta misma época, Saint-Simon planteaba que el objetivo primordial de  la sociedad era el desarrollo de la producción. La nación era el gran taller donde propietarios y trabajadores laboraban por igual y donde el fin de la producción sería discutido por los líderes elegidos mediante elección popular.

En 1841, Louis Blanc (1811 -1882), en su libro La organización del trabajo, planteó los principios que más tarde recogió el partido socialista: “A cada cual según sus necesidades y de cada cual según sus facultades”, también aseguraba en su libro que el Estado era la única entidad capaz de garantizar que estos principios fueran hechos realidad.
En 1848 se publicó el Manifiesto del partido comunista, escrito por Carlos Marx y Federico Engels por solicitud de la liga de los comunistas y en el cual se planteó su programa político. Esta obra y otras posteriores, de las cuales la más importantes es El Capital, escrita por Marx, dieron origen al socialismo científico.

La idea fundamental que planteaba el Manifiesto comunista era que “La producción económica y la estructura social que de ella se deriva en cada época histórica, constituye la base sobre la cual descansa la historia política e intelectual de esa época y que, por tanto, toda la historia ha sido la historia de la lucha de clases”.
El socialismo científico se fundamentó en la filosofía del materialismo dialéctico, que considera las revoluciones y la lucha de clases como producto de las contradicciones que generan las sociedades, en especialmente, el capitalismo. Propone la abolición de la propiedad privada de la burguesía y la búsqueda del socialismo como etapa intermedia hacia el comunismo, sociedad igualitaria en la que no existirán las clases sociales, la explotación y, por tanto, desaparecerá el Estado

LA ORGANIZACIÓN OBRERA

La formación de asociaciones y partidos específicamente obreros tomaron diversas tendencias según los países.
Dentro del movimiento obrero aparecieron dos tendencias que en sus inicios coincidieron, pero, con el tiempo, se separaron y fueron antagónicas. Por un lado, los partidarios de Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895), quienes aconsejaban la participación en la vida política; sin embargo, consideraban que la única forma para la emancipación de la clase obrera era conquistar del poder político y desde él realizar las trasformaciones económicas y sociales necesarias.
Por otro lado, los partidarios del francés Pierre Proudhon (1809-1865), y el ruso Mijaíl Bakunin (1814-1876). Los seguidores de Proudhon proponían un sistema basado en la organización de cooperativas de producción y consideraban negativo que los trabajadores participaran en la vida política.
Los simpatizantes del anarquista Bakunin también rechazaban la lucha política de los trabajadores, y por tanto negaban la necesidad de un partido del proletariado; consideraban a los sindicatos como la más alta forma de organización de los obreros, capaz de crear la nueva sociedad.
Una de las tendencias que adquirió importancia en Europa fue la que unió el movimiento obrero a los planteamientos socialistas. Esta integración se vio expresada en la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores, fundada en 1864 por Carlos Marx y dirigida por él y Federico Engels.
Esta organización que integró sindicatos franceses e ingleses, tuvo vigencia hasta 1943 y tres etapas en su desarrollo:

La Primera Internacional cumplió un papel importante en la creación de los partidos obreros con base en la difusión del marxismo en el seno del proletariado. Dejó de existir en 1876, en la conferencia de Filadelfia.
La Segunda Internacional creada en 1889 con la orientación de Engels (Marx había muerto en 1883), contribuyó a la consolidación de los partidos socialistas, a la ampliación del movimiento obrero y a la difusión del marxismo en la clase obrera. Desde finales del siglo XIX y hasta comienzos del siglo XX, sufrió la influencia de sectores que abandonaron la doctrina revolucionaria de Marx y Engels. Esto se expresó en el apoyo que dieron a los intereses imperialistas de las burguesías vinculadas a la Primera Guerra Mun¬dial (1914-1918), estas contradicciones la con-dujeron a su fin.

La Tercera Internacional, Internacional Comunista o Comintem, creada por Lenin en 1919, continuando la línea de Marx, reunió a los partidos comunistas de todo el mundo con el propósito de consolidar los vínculos entre los trabajadores de los diversos países. Fue disuelta en 1943.
La Segunda Internacional, estableció el 1º de mayo de cada año como jornada de lucha de la clase obrera, en memoria de cinco obreros asesinados en Chicago en 1887, y adoptó la jornada laboral de 8 horas como reivindicación general del movimiento obrero.

EL ANARQUISMO
El término anarquía es de origen griego y significa sin autoridad o sin gobernante.
El anarquismo propaga la supresión de toda autoridad, en particular, la del Estado. Por ejemplo, Proudhon invitaba a la conformación de una organización social y económica tan perfecta, donde el régimen social estuviese basado en la práctica espontánea de la industria; donde el libre acuerdo de los productores regulara las relaciones recíprocas, y la solidaridad de los diferentes miembros surgiera de la espontaneidad del ser colectivo y no de un contrato.
Criticó al Estado capitalista porque consideraba que la propiedad privada llevaba a la subordinación de los no propietarios a los propietarios. La república auténtica debía fundarse en una sociedad donde el trabajo destruyera constantemente el poder.
Por su parte, Bakunin propuso un control directo de la industria y de la agricultura por parte de los trabajadores; planteaba la lucha abierta contra el Estado, como un medio para lograr hacer realidad la idea de Proudhon.

EL SOCIALISMO CIENTÍFICO
Como reacción frente al idealismo de los socialistas utópicos y los anarquistas, Carlos Marx y Federico Engels iniciaron la renovación de la ideología socialista y desarrollaron ampliamente sus teorías en el Manifiesto del Partido Comunista, en El Capital, máxima obra de Marx, y en varias obras posteriores. El materialismo dialéctico e histórico fue el método sobre el que fundamentaron sus ideas.
Marx retomó la diálectica de Hegel y con base en su teoría de la contradicción presentó la historia como una lucha de clases que terminaría con el triunfo del proletariado y la desaparición de la sociedad clasista.

Desde lo histórico, cambió el enfoque idealista de Hegel. Así, manifestó que la historia sí se desarrollaba a través de las contradiciones, pero que eran los hombres quienes hacían la historia y no la razón.
Igualmente, señaló que cuando se alcanzara la definitiva desaparición de las clases sociales, el Estado dejaría de ser necesario en la sociedad. En ese momento terminaría la etapa socialista y se daba comienzo a la sociedad comunista.
Pronosticó el fin del capitalismo, víctima de sus propias contradicciones, para ser sustituido por la socialización de los medios de producción.
Marx también presentó su visión total del ser humano y del mundo. No creía en la armonía espontánea entre el ser humano y la naturaleza, como lo plantea el liberalismo, ni en la existencia de una jerarquía de valores externa al ser humano como lo presenta el cristianismo. Para Marx, entre el individuo, la sociedad y la naturalez hay una serie de relaciones que pueden desarrollarse mediante la solidaridad, el trabajo, la ciencia y la técnica, hasta devolverle al hombre su propio ser.

VER VIDEO AQUI
 https://youtu.be/DAPAd86X3nc

EL MOVIMIENTO OBRERO EN COLOMBIA

La historia de la Concesión De Mares no fue ajena al nacimiento y evolución de los movimientos de masas que en Barrancabermeja llegaron a tener tal resonancia que le dejaron a la ciudad reputación de revoltosa. Turbulenta aureola de la cual hasta nuestros días no ha podido resarcirse. 
En Colombia, los movimientos obreros comenzaron a tener su gestación en las organizaciones mutualistas de mediados del siglo XIX, que no eran más que heterogéneas agrupaciones de artesanos. Una de ellas, la Sociedad de Mutuo Auxilio de Bucaramanga, fue liquidada en 1890 porque el gobierno consideró que se había convertido en un club político. En 1906, por primera vez una organización gremial, el Sindicato de Tipógrafos de Bogotá, logra la personería jurídica en Colombia. Empieza así la admisión legal por el Estado de las organizaciones de masas, con base en los artículos 47 y 49 de la Constitución Nacional. Hasta 1930 el número de sindicatos reconocidos era de noventa y nueve. Un año más tarde, el Congreso expidió la Ley 83 que abrió paso a una serie de conquistas reales como las del reconocimiento a los sindicatos del derecho a ejercer su actividad y a firmar contratos colectivos. Posteriormente se reconoció el derecho a vacaciones remuneradas y a la jornada de trabajo de 8 horas.
Hacia 1935 el sindicalismo comenzó a sentir un franco apoyo del gobierno pues en ese sólo año se concedió personería a 84 sindicatos y se aumentó este número en 159 para 1937.
Muchas huelgas resultaron victoriosas y otras como la que realizaron los obreros de la Tropical en 1938, fue duramente controlada. En los congresos obreros se perfila un ambiente de unidad y de agrupación de las diversas corrientes bajo una dirección central. Nace así la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC, en octubre de 1935 bajo la presidencia de Luis A. Rozo.

 
El gobierno de López Pumarejo dictó en 1944 varios decretos por medio de los cuales se establece para los trabajadores y campesinos la remuneración del descanso dominical, el reconocimiento del auxilio de cesantía aún en los casos de mala conducta, el pago de indemnizaciones por accidentes de trabajo o de enfermedad profesional, algunas prestaciones para los trabajadores agrícolas y el fuero sindical, por medio del cual se establecía que ningún dirigente sindical podía ser despedido de su puesto sin la previa autorización del Ministerio del Trabajo. La Ley 6a. de 1945 recogió y rubricó estos avances de carácter laboral y social.
Bajo este marco referencial se dieron los diversos movimientos obreros que tuvieron por escenario a Barrancabermeja y que fueron moldeando la figura de una organización cuyo advenimiento quedó profundamente arraigada en las ideas y sentimientos de los obreros de la Tropical.
A los pocos años de iniciadas las operaciones en Infantas los trabajadores empezaron a quejarse y a denunciar el mal trato que recibían de los capataces colombianos y americanos y de las condiciones insalubres en las que les correspondía desarrollar su labor.
Estos reclamos encuentran eco y se convierten en bandera de las arengas y campañas proselitistas con que se agitaba la inconformidad en los trabajadores.
Las huelgas realizadas en octubre de 1924 y en enero de 1927 coincidían en las peticiones y en el tipo de organización y promoción dados desde fuera de la compañía. En ambas tuvo descollante intervención Raúl Eduardo Mahecha, un abogado socialista proveniente del Tolima que se radicó en Barranca en 1922 tomando como tribuna de sus actividades la plaza pública, los coloquios nocturnales y las páginas de Vanguardia Obrera que editaba en su propia imprenta.
Los obreros recorrían las calles de Barranca en actitud pacífica bajo la atenta mirada de la Policía y se concentraban, a escuchar sus dirigentes y corear sus reclamaciones en el parque Bolívar, el centro de mayor actividad de la población. Allí se escucharon sus aspiraciones de aumentos de jornales, reducción de horas de trabajo, retiro de los empleados que daban mal trato a los obreros, mejoramiento de la alimentación y campamentos, eficaz hospitalización, techado de los carros del ferrocarril y la cancelación de represalias por el paro. En la segunda huelga se exigía además que se permitiera a un miembro del sindicato visitar los campos y talleres para oir los reclamos de los trabajadores.
En el desarrollo de estos movimientos ejerció especial influencia toda la ideología que ante disímiles auditorios promulgaban fogosamente María Cano e Ignacio Torres Giraldo a lo largo y ancho del país. Con la llegada a Barranca de aquella mujer menudita y ágil, en la antesala de la segunda huelga, se despertó un general entusiasmo en la ciudad y en los campamentos obreros y todos, como hechizados, concentraron su atención en su combativa arenga.  

María de los Angeles Cano, proclamada por un congreso obrero como la Flor del Trabajo en Colombia, había nacido en Medellín el 12 de agosto de 1887 y recibido una preparación secundaria en el colegio de su padre, don Rodolfo Cano. Era prima de los Cano, los de El Espectador. Cuatro días después de partir María Cano de Barranca, estalló la segunda huelga que movilizó los 4.500 trabajadores de la Troco y Andian.

Hubo concentración de fuerzas militares movilizadas desde Medellín y un infortunado enfrentamiento entre huelguistas y Policía, en el parque Bolívar, dejó como saldo un muerto y varios heridos, que obligó a las autoridades a decretar el estado de sitio.
Cuando la huelga terminó, sin arreglos de ninguna clase, pues la compañía había aumentado los salarios y reducido la jornada de trabajo, antes de que la huelga comenzara, Barranca mostraba un aspecto desolador y el número de obreros se había disminuído notablemente, al abandonar sus puestos de trabajo. La compañía desplazó enganchadores a diversos sitios para contratar el personal que requería en sus operaciones.
Mahecha, el bronceado dirigente y promotor de estas primeras dos huelgas, sin que fuera empleado de la Tropical, estuvo preso en Medellín por 18 meses después de la primera y desapareció de Barranca tras culminar la huelga de 1927. Un año después, en noviembre de 1928 lo vemos figurar en la tristemente recordada huelga de las plantaciones bananeras de la United Fruit Company en el Magdalena, de donde huyó más tarde a Panamá y México.
Bajo el amparo de la Ley 83 de 1931 se crea, en 1934, la Unión Sindical Obrera que obtiene personería jurídica del Gobierno, llegando a prosperar rápidamente en número de afiliados.

















lunes, 1 de abril de 2019

LA HEGEMONIA CONSERVADORA.Noveno Fila 5 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21



Lo que se conoce en la historia de Colombia como 'Hegemonía Conservadora' es el período en que el Partido Conservador se mantuvo en el poder de forma continua durante 44 años.
En 1885, José María Campo Serrano fue nombrado por Rafael Núñez como secretario de Marina y Guerra, correspondiéndole afrontar la Guerra Civil de este año, en la que los liberales radicales se enfrentaron al movimiento político liderado por Núñez y conocido como la Regeneración. Después de este conflicto, Campo fue nombrado secretario de Hacienda y luego delegado del poder ejecutivo en Antioquia.
El 30 de marzo de 1886, el Consejo de Delegatarios aceptó la separación del cargo de presidente de Rafael Núñez y el general Campo Serrano lo reemplazó, posesionándose el 1 de abril de 1886 y convirtiéndose en el mandatario que sanciona meses después, el 5 de agosto, la Constitución Nacional.
Fueron muchos los hechos que impactaron al país durante este período de dominio conservador, siendo el impulso de la economía nacional y la bonanza cafetera algunos de los más importantes y positivos. En 1920, empezaría el crecimiento económico sobre todo para el sector cafetero. Se comenzó a recibir gran inversión extranjera proveniente en su mayoría de capitales norteamericanos desde la bolsa de valores de Nueva York.
La danza de los millones fue como se le llamó al estímulo de 25 millones de dólares que el Gobierno de los Estados Unidos le dio a Colombia, como indemnización por la separación de Panamá. A partir de ahí se presentó un aumento en infraestructura y la creación de nuevos empleos para los colombianos por parte del Estado.
La Misión Kemmerer, grupo de expertos liderado por Edwin Walter Kemmerer, para estudiar la realidad económica del país, el nacimiento del sindicalismo y la denominada Matanza de las Bananeras, fueron otros de los acontecimientos más importantes sucedidos durante la Hegemonía Conservadora, y que tienen un impacto histórico para Colombia.  
Los medios de comunicación y sus diferentes expresiones también tuvieron eco durante este período. 'La Semana Cómica' fue la primera revista humorística que circuló en la década de 1920, desde el 15 de mayo de ese año, hasta el 25 de marzo de 1925.
El enfoque de la revista era de crítica social y política, informando sobre los hechos semanales a través del humor y por medio de parodias de la literatura clásica de Shakespeare, Cervantes y hasta la Biblia. La Revista Fantoches, por su parte, se publicó durante el fin de la Hegemonía Conservadora y también dedicaba sus páginas a burlarse de los políticos de turno y a hacer crítica social.
Los presidentes que gobernaron durante la Hegemonía Conservadora fueron:
  1. José María Campo Serrano (1886-1887)
  2. Eliseo Payán (1887)
  3. Rafael Núñez (1887-1888)
  4. Carlos Holguín Mallarino (1888-1892)
  5. Miguel Antonio Caro (1892-1898)
  6. Miguel Antonio Sanclemente (1898-1900)
  7. José Manuel Marroquín (1900-1904)
  8. Rafael Reyes (1904-1909)
  9. Ramón González Valencia (1909-1910)
  10. Carlos Eugenio Restrepo (1910-1914)
  11. José Vicente Concha (1914-1918)
  12. Marco Fidel Suárez (1918-1922)
  13. Pedro Nel Ospina (1922-1926)
  14. Miguel Abadía Méndez (1926-1930)

EL CANAPE REPUBLICANO.Noveno Fila 4 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21


EL CANAPE REPUBLICANO

Después del 13 de marzo de 1909, y una vez que el presidente Rafael Reyes convocó elecciones para el Congreso, un grupo de más de quinientos ciudadanos “de los antiguos partidos liberal, conservador y nacional” escribió el 26 de marzo siguiente a los doctores Nicolás Esguerra y Carmelo Arango, y al expresidente, general Guillermo Quintero Calderón para encomendarles la formación de un Centro encargado de dirigir los trabajos electorales para el próximo Congreso. Los doctores Esguerra y Arango, y el general Quintero Calderón, aceptaron el encargo y formaron una junta que decidieron llamar Republicana, y cuya misión era la preparar los trabajos electorales previos de la elección de senadores y representantes; pero los miembros de la junta republicana fueran más allá y plantearon la Unión Republicana, como un movimiento “muy estrecho entre los que ayer no más teníamos apellido político diverso y luchábamos, a veces con insensatez y hasta el extremo de las contiendas armadas”. El republicanismo venía a ser como una depuración de los pecados que habían hundido en el desprestigio a los partidos políticos tradicionales.
La Junta Republicana en su circular pide que, quienes se consideren republicanos, actúen con el mayor respeto hacia las autoridades, observen la legalidad y contribuyan al mantenimiento del orden. El Presidente Rafael Reyes se dirigió el 3 de abril a la Junta Republicana para “felicitarla efusivamente por su notable y patriótica Circular sobre elecciones… prueba de que las prácticas de la República democrática, cristiana y ordenada, cuya base esencial es el voto popular, son el fundamento de la vida nacional”. La junta Republicana respondió al Presidente, el mismo día, que “la felicitación de su Excelencia es motivo de legítimo orgullo” y que “afianzar la concordia nacional, uno de los más salientes puntos del programa del Gobierno de Su Excelencia, será corolario obligado de las libres elecciones”.
La junta republicana quedó constituida por Guillermo Quintero Calderón, presidente; Nicolás Esguerra, vicepresidente; Carmelo Arango, vocal; Adolfo León Gómez y Daniel J. Reyes, secretarios.
La Concordia agresiva
Sin embargo, el movimiento republicano no atrajo a sectores importantes del liberalismo y del conservatismo, partidos que comenzaron su reorganización. Los conservadores, dirigidos por Marco Fidel Suárez bajo la denominación de Concentración Conservadora, y los liberales, agrupados por Rafael Uribe Uribe en lo que se conoció como el Bloque Liberal.
La concordia de que habla la Junta Republicana en su respuesta al Presidente Rafael Reyes, no pareció encontrar eco en las huestes republicanas, al menos no la concordia verbal. El 6 de abril los jóvenes liberales Juan J. Restrepo, Eduardo Rodríguez Piñeres y Santiago Lleras enviaron una carta concebida en términos muy violentos contra “el dictador” Reyes, contra los jefes de la concentración conservadora y contra Rafael Uribe Uribe, a quienes acusan de maniobrar para quitarle piso al movimiento republicano. Uribe Uribe les respondió en términos enérgicos, no descomedidos, y les dijo que sus ideas “todos los buenos caballeros, especialmente si se llaman liberales, acostumbran combatirlas con razones, no con chismes vergonzantes, indignos de gentes que se estimen”.
La Junta Republicana lanzó el 8 de mayo la candidatura de Nicolás Esguerra al senado. Al aceptar, el doctor Esguerra declaró que habría preferido candidaturas mixtas, a lo cual le replicaron los liberales de Medellín, encabezados por Fidel Cano, que “con el enemigo se puede andar juntos, pero no revueltos”. La división liberal entre liberales republicanos y liberales uribistas, se hizo irreversible. La candidatura de Uribe Uribe al senado fue aclamada en todo el país. En las elecciones pare Congreso, efectuadas el 1o. de junio, las listas republicanas ganaron en Bogotá el 80% de los votos, pero las listas de Uribe Uribe barrieron en Antioquia, en la Costa, y hubo equilibrio de votos entre republicanos, liberales y conservadores en el resto del país.
El Barranquillazo
Cuando se conoció la noticia de que el Presidente Rafael Reyes había renunciado a su cargo, y asumido el Poder Ejecutivo, el 14 de junio, el primer designado Jorge Holguín, el vicepresidente (que ya había renunciado en 1905) Ramón González Valencia, reclamó sus derechos constitucionales para reemplazar al presidente en sus ausencias temporales o definitivas. Don Jorge Holguín rechazó las pretensiones del general González Valencia “que dejó de ser vicepresidente desde 1905 por su propia voluntad”. Los partidarios de González Valencia trataron de provocar una guerra civil para sacar del gobierno a Jorge Holguín y colocar a su lugar a González Valencia. La asonada bélica tuvo lugar en Barranquilla. Un movimiento revolucionario encabezado por el general Daniel Ortiz provocó el 4 de julio un alzamiento al tomarse el cuartel de Barranquilla gracias a un acuerdo secreto entre los comandantes del batallón Modelo y del medio batallón de Infantería con los conservadores históricos, miembros de la Junta Republicana de Barranquilla.
A continuación los revolucionarios se apoderaron del vapor Hércules, de propiedad del Gobierno, y desde el vapor La Alicia, surto en Sitionuevo, el general Ortiz conminó a Holguín a entregarle el mando al general González Valencia o atenerse a las consecuencias, las cuales fueron que liberales, republicanos y conservadores se unieron para respaldar al presidente Holguín y rechazar la intentona subversiva de Barranquilla, dominada en seis días. Ramón González Valencia juró que en ningún momento supo de las intenciones de los revolucionarios de Barranquilla, hasta que los hechos se produjeron; pero insistió en que a él le correspondía ejercer la Presidencia y no “al usurpador” Holguín.
¿Es o no es partido la Unión Republicana?
El golpe fracasado de Barranquilla puso en jaque la Unión Republicana, que estuvo en un tris de disolverse. Corrieron bolas por todo el país de que los conservadores republicanos se habían separado de la Unión para integrarse a la concentración conservadora, y que a su turno los liberales republicanos promovían un acercamiento con los bloquistas, lo que obligó a Nicolás Esguerra a emplearse a fondo en una circular aclaratoria: “No hay tal deslealtad conservadora. Unión Republicana trabaja cámaras patrióticamente. No he escrito carta ni documento alguno sobre unificación liberales. Limitome a aconsejarles conservación orden público a todo trance. A todos recomiéndoles consolidación Unión republicana”. Los republicanos consolidaron su Unión en torno al general González Valencia, cuya candidatura presentaron para completar el período presidencial de Rafael Reyes, que concluiría el 7 de agosto de 1910. Ramón González Valencia, elegido por el Congreso, tomó posesión de la presidencia a las dos de la tarde del 4 de agosto de 1909.
González Valencia arrancó con el apoyo de los republicanos, la neutralidad de la concentración conservadora, y la oposición de los liberales. La luna de miel con los republicanos no duró mucho. González Valencia prefería a sus viejos copartidarios conservadores y pronto comenzó a notarse su afinidad con la concentración. Los liberales republicanos y bloquistas que ocupaban cargos en el gobierno fueron despedidos y reemplazados por conservadores concentristas, de modo que el terminar 1909 republicanos y uribistas se encontraban unidos en la oposición y atacando las medidas dictatoriales de Alta Policía, de represión a la oposición, y los proyectos para censurar la prensa no afecta al Gobierno, que el general González Valencia quiso, sin éxito, convertir en leyes. No encontró apoyo ni en los propios conservadores, que en el Congreso votaron en contra y que se abstuvieron de hacer el menor esfuerzo en favor de la aspiración que alentaba el general González Valencia de ser reelegido para el período 1910-1914, en lo cual coincidieron con la tesis liberal, expuesta por Uribe Uribe, de que “los presidentes colombianos no se reeligen”
Pro y contra del Republicanismo
“La extraña hibridación bautizada con el pomposo y obligante nombre de Unión republicana, ha sido y continúa siendo un elemento pernicioso en nuestra política, ya por el desconcierto que mantiene entre los partidos tradicionales, de programas conocidos y de indiscutibles servicios al país, ya por la crasa ineptitud que exhibe en la gestión de las negocios públicos, ya, en fin, por la perseverante inconsecuencia entre sus ofertas y sus actos.
Encontró la unión rentas organizadas y las ha reducido casi a cero; encontró al corriente el servicio de la tesorería, y hoy a nadie se le paga puntualmente, y el informe del Ministro del tesoro es un pavoroso grito de “¡sálvese quien pueda!”, es una confesión paladina de que los republicanos resultan incapaces para la Administración nacional. Censuró los empréstitos del quinquenio y en ocho meses de gobierno no ha hecho otra cosa que tomar dineros prestados y comprometer en esas operaciones hasta rentas nunca antes por nadie hipotecadas, como las de los Consulados”. (Benjamín Palacio Uribe, en Gil Blas, julio de 1910)
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“Nos haríamos interminables si quisiéramos detallar toda la obra de la Administración Restrepo, su interés por las Intendencias y Comisarías, la prolongación y mejora de los telégrafos, los esfuerzos para perseguir el contrabando, mil cosas más que el público conoce y cuyos efectos benéficos se hacen sentir todos los días. Ella realizó una magna obra moral de incalculable trascendencia, dio a las libertades públicas cimientos perdurables, y a la paz un glorioso carácter libre y republicano, y llevó a cabo obras nacionales de la más grande importancia.
Vivió difícilmente; el Congreso, las Asambleas, los grandes partidos tradicionales la combatieron tenazmente y estorbaron su obra en cuanto pudieron; lo que hizo fue a despecho de sus innumerables enemigos; pero ni ellos, ni nadie, podrán negar ya que esta administración honrada, republicana, inspirada en el más alto patriotismo, ha sido fuente de grandes bienes para Colombia y pasará a la historia como la mejor que hayamos tenido en cuarenta años” (Eduardo Santos, en El Tiempo, agosto de 1914)

EL QUINQUENIO. Noveno Fila 3 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21

EL QUINQUENIO
Rafael Reyes fue elegido presidente de un país en ruina para el período 1904-1910, en unas elecciones donde no participaron los liberales, sólo las dos fracciones del conservatismo. Ejerció durante el período conocido como el Quinquenio Reyes o la Dictadura Reyes. Se posesionó con los lemas: «Paz, concordia y trabajo» y «Menos política, más administración», pero sus actos de gobierno rápidamente generaron oposición y él no demoró en actuar enérgicamente. Determinó destierros y confinamientos, sin importarle el partido al que pertenecían sus opositores, quienes muchas veces eran conservadores. Clausuró el Parlamento y convocó una Asamblea Nacional Constituyente, donde los liberales (minoría) participaron con todos sus derechos. La última guerra perseguía reformar la Constitución del 86, Reyes, investido de facultades extraordinarias, invitó a la nación a una reforma de la Carta Magna.
La Asamblea, convocada el 1 de febrero de 1905, se instaló el 15 de marzo, y en menos de un mes dictó diez actos legislativos que suprimieron los cargos de vicepresidente y designado, al igual que el Consejo de Estado, y reformaron la Constitución, entre otras cosas, para que su período presidencial durara 10 años (1905 a 1914). Durante su gobierno hubo participación por primera vez de industriales y terratenientes, quienes modernizaron las políticas económicas de una sociedad atrasada materialmente. También se dictó la ley de representación de minorías, hecho fundamental que cambió el estilo de la lucha partidista y disminuyó las posibilidades de guerra, al permitir una participación más equitativa; además, fue el primer intento serio, desde 1886, por establecer relaciones más civilizadas entre los dos partidos. En acto legislativo de 1905, Reyes consagró, por primera vez en el país, la representación proporcional en los cuerpos colegiados. El programa político de Reyes se distinguió por su carácter centralista, dirigido a aumentar la participación del Estado en la economía y en los antiguos estados soberanos, los que en 1904 subyugó completamente para evitar que se formaran, en Antioquia, Santander y Cauca, fuertes centros de presión regionalista que alimentaran brotes separatistas como el que concluyó con la separación de Panamá.
Entre las obras que contribuyeron notablemente al desarrollo del país están: su política de monopolios fiscales de licores, tabaco y degüello; el impulso del financiamiento estatal para la inversión pública en caminos y carreteras con la creación del Ministerio de Obras Públicas, la promoción del ferrocarril de Girardot y la continuación del Capitolio; se ocupó de la instrucción pública, especialmente del sector obrero; restableció las relaciones con Venezuela; y se ocupó por estabilizar la moneda, para lo cual creó el Banco Central en 1905. La firma del tratado Averbury-Holguín en 1905 permitió, a través del crédito internacional, sanear la deuda externa del país y desarrollar la industria minera, textil y azucarera, las refinerías, las fábricas de alimentos, de vidrio, y papel; cultivar el banano, el café y el algodón, y proporcionar créditos bajos para la agricultura de exportación. Reyes profesionalizó y modernizó a las fuerzas armadas; en 1907 fundó la Escuela Militar de Cadetes de Bogotá y la Escuela Naval de Cartagena; en 1909 fundó la Escuela Superior de Guerra. En 1908 dividió al país en 34 departamentos y erigió a Bogotá como distrito especial. Desarmó a la población civil y estableció el monopolio de las armas por parte del Estado. Consagró el código de reconocimiento a los derechos de las minorías, buscando una paz que garantizara el progreso económico, al tiempo que en el exterior trataba de mejorar la imagen del país.
A finales del Quinquenio apareció la Unión Republicana, que aglutinaba a liberales y conservadores inconformes con el gobierno. Reyes emprendió viaje el 3 de junio, y camino de la Costa Atlántica, en Gamarra, encargó el mando al ex vicepresidente Ramón González Valencia, pero éste no aceptó; entonces, Reyes entregó el poder al general Holguín.

SEPARACIÓN DE PANAMA.Noveno Fila 2 (Colcentral-2022) Octubre 18 al 21





SEPARACIÓN DE PANAMA
Antecedentes:
Panamá se independizó de España en 1821 y se unió a la Gran Colombia formada por Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.

En varias ocasiones Panamá había tratado de separarse de Colombia. Entre 1840 y 1841 se estableció como estado independiente y durante la Guerra de los Mil Días (1899-1902).

Algunos sucesos provocaron la desconfianza de los liberales Panameños hacía  el régimen conservador colombiano y provocó que los liberales panameños se unieron a la causa separatista.

En enero de 1903 el Tratado Herrán-Hay Estados Unidos y Colombia para finalizar la construcción de canal, cuál no tuvo el apoyo del senado colombiano por una votación mayoritaria en contra el 12 de Agosto de 1903 esto dio un último ímpetu a los deseos de los separatistas panameños y dio a Estados Unidos un motivo para apoyar la rebelión panameña.

Separación:



José Domingo DeObaldía sería nombrado gobernador del Istmo, pero él se sentía inclinado hacia la idea de la separación. Una junta revolucionaria clandestina para planificar una revolución destinada a consultar la separación de Panamá de Colombia y así negociar solo los panameños con Estados Unidos la construcción del canal.

El grupo separatista envío a Amador Guerrero, quien viajo a Estados Unidos para buscar apoyo, para el plan de separarse de Colombia. Este grupo separatista tenía también el apoyo de los jefes liberales y del comandante militar Esteban Huertas.

Sin embargo los rumores llegaron al gobierno central de Colombia y se envió el Batallón Tiradores, al mando del general Juan B. Tovar y Ramón G. Amaya, llegaron a Panamá el 3 de Noviembre de 1903 para derrocar a José Domingo De Obaldia y al general Esteban Huertas, quienes estaban a cargo del gobierno del Istmo.

Los norteamericanos J.R. Shaler superintendente norteamericano John Hubbard del buque “Nashville” retrasaron e impidieron el transporte y cualquier desembarco de los contingentes enviados por el gobierno central de Colombia. Así impidieron que el gobierno central pudiera hacer algo para evitar la separación del Istmo de Panamá de Colombia. Esa misma tarde se declaró por medio de la junta revolucionaria la independencia del Istmo de Panamá.

El consejo municipal se reunió, bajo la Presidencia de Demetrio H. Brid, autoridad máxima en el territorio Panameño y proclamó un pueblo libre y estableció un gobierno propio e independiente bajo el nombre de “República de Panamá”. Demetrio H. Brid, fue el primer presidente nombrado el 4 de noviembre de 1903.   Luego la Convención Nacional Constituyente en febrero de 1904, designó a Manuel Amador Guerrero como primer Presidente Constitucional de la República.

Consecuencias:
El 13 de Noviembre Estados Unidos reconoce formalmente a la República de Panamá. Luego fue reconocida por 15 países de América, Europa y Asia.


El 18 de noviembre del mismo año Estados Unidos y la República de Panamá firman un tratado para la construcción del Canal de Panamá, fue aprobado por ambas partes.

En Colombia la noticia de la separación de Panamá llegó unos días tarde, pues el gobierno quiso evitar disturbios en Bogotá, y dio la noticia hasta el 6 de noviembre.

Se hicieron varios intentos por parte del gobierno Central de Colombia para intentar recuperar el Istmo de Panamá, lo primero fue enviar delegaciones para echar marcha atrás, encabezadas por el general Rafael Reyes pero no se logró nada.